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La red com ‘r’ minuscula y las reformas

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NO TENEMOS NADA QUE AJUSTAR, SINO QUE TODO POR INVENTAR (PARTE II)

LA RED CON “r” MINUSCULA Y LAS REFORMAS

 

Giuseppe Cocco (tradução Santiago de Arcos)

 

[Esta es la segunda parte del articulo que tiene como titulo general “NO TENEMOS NADA QUE AJUSTAR, SINO QUE TODO POR GANAR”. La primera (NO TENEMOS NADA QUE DEFENDER) fue una reflexión sobre, por un lado, a la (ir)respondabilidad histórica de lo que llamaremos genéricamente como “voto critico” y, por el otro, sobre la corrupción. Esta segunda parte reflexiona sobre las fuerzas políticas que hoy pueden desempeñar un urgente papel dentro del momento constituyente y, por otro lado, sobre un necesario horizonte de reformas, algo que antes se definia como “programa”. Introduccion de IHU (Instituto Humanitas Unisinos]

 

Puede haber un partido sin partido? Existe la posibilidad de una comunicación y de un cambio, como dirían los jóvenes filósofos materialistas a inicios del siglo XX y repitió el neozapatismo del fina del mismo siglo, donde nadie manda y ninguno obedece? La respuesta inicial a esa respuesta es negativa: el partido de los sin partido es como el gobierno de izquierda en la conocida definición de Deleuze: no existe y no puede haber gobierno de izquierda. Sabemos que esa afirmacion sirve también para “rescatar” a algunos gobiernos tan vergonzosos como los otros, pero llenos de simbologías de “izquierda”: puesto que no puede haber gobierno de izquierda, será normal que la izquierda haga un gobierno de mierda, inclusive corrupto. Del mismo modo, sabemos que no existen “partidos del sin partido”. Mas aún, como no recordar a Rosa Luxemburgo cuando, en 1917, escribia que: “Todas las instituciones democráticas tienen sus limites y sus ausencias, pero el remedio encontrado por Trotsky y Lenin, la supresión de la democracia en general, es peor aun que el mal”. Hoy tampoco podemos ignorar los desafíos de la mediación institucional: el periodo post levantamiento de Junio de 2013 nos muestra cuan urgente es la invención de nuevas instituciones y como el rechazo radical de ese terreno corre el riesgo de ser impotente: el levantamiento de Junio necesita de una mediación institucional, inclusive para renovar su potencia constituyente.

El “Fica Temer” es la verdad del “primeramente, Fora Temer”. En el contexto de la dramática crisis social, económica y política que el PT nos deja como legado — asi como nos dejo a Temer —, la incertidumbre radical sobre cuál puede ser un terreno institucional de radicalización democrática sólo tiene respuesta si logramos, al mismo tiempo, enfrentar dos cuestiones estratégicas: la primera dice sobre el que hacer ante el desmoronamiento de la representación; la segunda es la cuestión del “programa”. Por un lado, nadie cree más en la representación. Por el otro, la propia noción de “programa” fue totalmente vaciada y saturada por la hegemonía cínica del marketing. Comenzemos por la primera cuestión: la representación murió de una vez: en Brasil, la muerte fue decretada en Junio de 2013, pero su funeral aun no tiene fecha. Es el PT — sobretodo gracias a la cobardía política y hasta física del “voto critico” y de sus avatares dentro y fuera del eje— que impedio una movilización por la radicalización democrática. La crisis de la representación no significa que no siga siendo efectiva. Por el contrario, esta se vuelve pura efectividad, sin ninguna legitimidad y con una agresividad incrementada. El desmoronamiento de la representación significa que el Rey esta desnudo: Lula se vuelve Dilma y Dilma se vuelve Temer. Temer es la verdad de Dilma si como el PMDB es la verdad del PT, de la misma manera que la verdad del “fuera Temer” — que resonaba en las salas VIP de algunos shows—es en la realidad aquel “se queda Temer” que unifico al PT, PMDB y PSDB ante el TSJ [Tribunal Superior de Justicia] (en el juicio sobre casación a la lista electoral Dilma-Temer en junio de 2017). Temer es la “Dilma pelada” (en lugar de la “Dilma bolada” de la propaganda, es el rey desnudo). Entonces, cuando el “rey esta desnudo”, necesita desesperadamente encontrar algun ropaje, y Temer ha procurado cubrir su pornográfica desnudez con tres andrajos: 1) la “pinguela” [pasarela precaria] ofrecida por Fernando Henrique Cardoso para realizar las tres reformas neoliberales.; 2) el pacto de la casta para la destrucción de Lava Jato; 3) la represión pura y simple. Sin legitimidad (que no sea la que le otorga la campaña petista contra “el golpe”), el gobierno de Temer procura tener efectividad realizando una mixtura, frágil, de esos tres ropajes. La pieza mas importante es la pinguela del ajuste. Aunque esto es totalmente contradictorio, pues el “ajuste” es ajuste de si mismo, exactamente como Temer lo entiende, incluso de la corrupción sistémica como mecanismo fundamental en el núcleo de los procesos neocoloniales de acumulación predatoria que caracterizan el capitalismo de estado en Brasil, desde siempre.

Las reformas de Temer son la verdad de Dilma (y de Lula). Uno de los legados mas nefastos del PT es la legitimación de la pauta de reformas neoliberales como salida obligatoria y razonable ante la hybris pseudorrecionalista llamada Nueva Matriz Económica. Si en los hechos apenas era el gobierno del lobby de los Global Players, en el plano del régimen discursivo encontró simpatías (sobretodo cuando la crisis del PT) en la izquierda intelectual que continua pensando el neoliberalismo como una política y una ideología, y no como aquel nuevo régimen de acumulación que Foucault habia analizado a mediados de los 70’s. La “izquierda”, inclusive y sobretodo el izquierdismo, continua pensando que puede resolver todo a partir del Estado “socialista”, “decretando” los intereses y los precios. Por un lado, nunca va a integrar la tragedia que esto fue (la URSS, la China maoísta) y continua siendo (la Venezuela del “socialismo del siglo XXI); por el otro, se ciega ante el hecho de que lo que en realidad se acaba fomentando es una hibridación entre el tradicionalísimo patrimonialismo y las nuevas dimensiones rentistas del capitalismo global. Pero esa es una de las grandes explicaciones de por qué la oposición de izquierda entró en la canoa petista, no sólo cuando estaba perforada, sino que ya hundida (en particular el PSOL de Río de Janeiro). El hecho es que el PT y sus gobiernos legitimaron estas reformas tres veces: 1) causando la mas grave crisis de la historia económica del Pais; 2)vaciando totalmente la pauta de reformas de la izquierda dentro de la hegemonía del discurso del “pleno empleo” y de la emergencia de la “nueva clase media”; 3) comenzando el ajuste “desajustado” incluso antes de la asunción del segundo gobierno de Dilma (bajo a dirección del olvidado Joaquim Levy). El gobierno tampón de Temer, dice el FHC, se sostiene en una pinguela. La ya precaria pinguela, a su vez, se sustenta en el ajuste de lo que debería ser —como minimo— transformado. La conciliación entre reformas y combate a la corrupción sistémica ya cayó en el olvido. De este modo, la pinguela nos llevo a un poderos impasse: por un lado, es necesario cambiar alguna cosa, y la elite concuerda con eso; por el otro la elite pretende usar el Lava Jato apenas como una reorganización interna de la misma manera de controlar el aparato de Estado para continuar saqueando al país. La afirmacion genérica de la lucha contra la “corrupción sistémica” evita cuidadosamente reconocer que es el sistema como un todo el que es corrupto y, por lo tanto, que solo una lucha sistémica que transforme el sistema puede luchar contra eso. Es lo que el Lava Jato nos esta mostrando: una buena parte de lo que esta apareciendo en los últimos meses son esquemas de corrupción que continúan aconteciendo ahora, durante el Lava Jato.

Sin movimiento, sin movilizacio democrática que proporcione esa lucha sistematica, ese proceso constituyente, no habrá cambio, sino que reacomodo interno de los mismos esquemas. Para esto, hay dos caminos a ser recorridos. El primero, en el plano de la representación institucional, es aquel que responde a la pregunta que hicimos al principio: el “partido de los sin partido” es aquel capaz, por un lado, de estar abierto a las dinámicas autónomas del movimiento (sin y hasta contra el PT) y, por el otro, de dialogar con estas por medio de la capacidad de interpretar, proponer y practicar un nuevo tipo de reformas. La diferencia se puede establecer a partir de tres ejes complementarios: la reforma política, la reforma municipalista, un viraje radical en las políticas de seguridad. Los tres ejes se deben caracterizar por tres desplazamientos del debate: las políticas de seguirdad necesitan organizarse a partir del reconocimiento de la guerra y del genocidio en curso [contra pobres, negros, indios] y de este modo proponer un plan de paz; la reforma previsional precisa articularle con las políticas de distribución de la renta y la reforma política necesita tener como soporte el municipalismo.

Reconocer la guerra y proponer un plan de paz significa, al mismo tiempo, La apertura en régimen de urgencia de la lucha contra el genocidio de los jóvenes, negros y pobres, y abrir un proceso de legalización de las substancias prohibidas para que pasen a formar parte de las políticas de salud. Integrar la reforma previsional y la ley de tercerización significa definir un nuevo marco de protección social, sustentado en la implementación de la Renta Basica Universal (usando como base material la Bolsa Familia y la Ley Suplicy sobre Salario Minimo). Para terminar, la reforma política deberá tener como norte la descentralización política haciendo de la democracia municipal el principal eje constituyente. De este modo establecemos el trio que compone un nuevo acuerdo: un Plan Emergencial de Paz, una Nueva Proteccion Social y un Nuevo Marco Municipal para el ejercicio de la democracia. Todo esto necesita finalmente ser atravesado por los temas de las luchas indígenas, de demarcación de las reservas, de protección de la selva y de los ríos, y eso significa producir un nuevo dispositivo legal de reconocimiento y producción de los bienes comunes. Entre globalismo y giro neosoberanista: municipalismos! Lo que Lava Jato nos muestra es que el clivaje entre mercado y Estado es una pura mistificación: los intervencionistas que defienden Estado como “solución” Defienden al Estado como “solución” en realidad apuntan a mantener su (ab)uso como instrumento de acumulación originaria; los liberales que hablan del Estado minimo esconden que las empresas organizan el saqueo comprando leyes, subsidios y los otros buscan cargos estratégicos para constituir sus posiciones rentistas. Corruptos y corruptores son las dos caras de una misma moneda falsa. Lo que hace la diferencia es la democracia: es de esa radicalización que precisamos. Toda reforma política, todo programa social y económico tiene que atacar esa relacion promiscua y neocolonial que une el Estado y el Mercado. En Brasil, esto va a depender de la capacidad que tenemos de lidiar con la crisis de la nueva republica (heredada de los deshechos de la Guerra Fria) rumbo a un nuevo pacto constitucional dentro de las nuevas condiciones del capitalismo contemporáneo. A nivel global, esto se explica con las nuevas fisuras que están apareciendo entre globalismo y neosoberanismo. La victoria del Brexit en el Reino Unido y la de Trump en Estados Unidos, indican la emergencia de una salida reaccionaria de la globalización. En Francia, la victoria del soberanismo de Marine Le Pen se evito por la operación que llevo al poder a Emmanuel Macron, por fuera del sistema de los partidos.

El “globalismo” parece ser capaz de asumir algunos temas del nuevo conflicto, como en la cuestión de las migraciones, del multiculturalismo, de los derechos LGBT y también de la lucha contra el calentamiento global. Las declaraciones de varios gobernadores de importantes estados estadounidenses contra el decreto Trump que prohibia la entrada en el país de los inmigrantes  oriundos de algunos estados de mayoría musulmana explicito este conflicto, asi como el futuro de las “ciudades santuario” (que cobijan a los migrantes ilegales impidiendo que sean deportados). El duro discurso que el propio Macron pronuncio, después de que Trump declaro la salidad de los EUA del acuerdo de Paris, sobre el calentamiento global, confirma esa línea de conflicto que atraviesa la propia composición del poder. Sin embargo, la lucha por una globalización democrática sigue siendo aplastada entre estas dos formas de representación: es en el municipalismo que la resistencia y la innovación continúan, profundizándose en una relacion potente entre dinámicas locales y flujos globales. Es el caso de las experimentaciones de Barcelona (en medida menor Madrid) pero sobre todo de los municipios y estados que, en los EUA, implementan políticas ambientales independientemente de las decisiones federales. Necesitamos, entonces, de una reforma que promueva y reconozca el municipalismo en Brasil: a) prever la constitucion de listas electorales municipales; b) descentralizar a nivel municipal la gestión del mayor numero posible de esferas de gobierno (reducción al minimo de las esferas de actuación estadual); c) municipalización de puertos, aeropuertos, carreteras; d) construcción de un consejo nacional de reforma urbana para la coordinación de políticas emergenciales de saneamiento, urbanización, transporte metropolitanos e interurbanos.

La paz y la necesaria integración de reformas políticas y reformas económicas. Las luchas para las luchas para barrar o para imponer las reformas constituyen las dos caras de una misma mistificación. Por un lado, es falso decir que el país puede salir de la dramática situacion actual sin reformas importantes. Por el otro, ninguna reforma conseguirá ser legitima y eficaz si mantiene la separación entre el plano económico y el plano social. En el medio de ese clivaje producido por la “izquierda” y por la “derecha”, un indicador en constante y tragica expansión: la violencia civil y su guerra contra los pobres. Las ciudades del Nordeste pueblan el marketing lulista, pero se transformaran en infiernos en el Brasil realmente existente.

Como dijimos, la primera inflexión general debe ser sobre la cuestión de la seguridad, con medidas radicales: la primera medida será pautar la urgente legalización de todas las drogas (que pasaran a ser gestionadas por el SUS); la segunda medida urgente debe ser la organización de fuerzas-tarea (Ministerio Publico, Magistratura, Policia Federal y Policia Civil) para el combate al trafico de armas y al trafico (residual ) de drogas: utilización del dispositivo de la delación premiada para el combate al trafico de armas y las milicias. Seguido esto de la abolición de las policías militares y la creación de policías municipales metropolitanas, en las que los delegados deberán ser electos por la población de los territorios de las delegaciones. Tambien deberá abolirse la ley de “acto de resistencia” y, al mismo tiempo, organizar fuerzas-tarea para sistematizar todas las investigaciones sobre homicidios y violencias contra las personas. Plan de inversión de emergencia en el sistema carcelario, en el orden: desmantelamiento de los pactos entre estados y cúpulas del crimen organizado, indulto de los crímenes menores; consulta para la liberación de los presos pequeñso delitos y crímenes de menor cuantia y sin proceso; revisión de las condiciones de prisión de las mujeres embarazadas y con niños menores, reformas de los presidios, construcción de nuevos presidios y destrucción de los antiguos; promoción de comisiones territoriales (con participación de las iglesias, escuelas, lideres comunitarios, etc.) por la paz; programa nacional (federal) de protección de los testigos. Las comisiones territoriales deberán recibir incentivos económicos, gestionados de manera totalmente transparente: en términos de inversiones de saneamiento, educación y ocio para los jóvenes.

La segunda inflexión es unir reformas económicas y reformas sociales y así poner en el centro de la inversión, afectivo y financiero, la relación entre movilización democrática y movilización productiva. Esto significa articular en el mismo terreno de la reforma de la previsión la profundización y expansión de las políticas de distribución de renta. En vez de usar el Programa Bolsa Familia contra la Prevision (como se está haciendo), se trata de transformarlo realmente en la base de un nuevo sistema de protección social, hacia una Renta Básica Universal (para la que ya existe la Ley Suplicy ). De este modo, la Reforma de la seguridad puede no sólo producir la confianza contable del capital sobre la dinámica de la deuda pública, sino que también movilizar la confianza de los pobres sobre las condiciones de su propia movilización social. Es en esta perspectiva que es posible negociar la reforma laboral: no una mera flexibilización, sino que una nueva movilización. A lo que esas reformas deben apuntar con claridad es a la disminución del costo de la deuda (los intereses) sobre la base de la consolidación de la movilización democrática y productiva: huyendo al mismo tiempo de los decretos delirantes del neodesarrollismo y de los diktats del mercado.

La tercera inflexión es aquella de unir las reformas económicas y sociales con la reforma política, algo que solo una nueva asamblea constituyente podría legitimar. Podemos resumir algunos grandes ejes de nuevos principios desde el punto de vista del funcionamiento de toda la estructura del Estado. Podemos hablar de un criterio general a ser afirmado: “nadie puede ser reelegido y al mismo tiempo hay que elegir a todo el mundo”. I) reformas a nivel nacional: abolición de la reelección para todo tipo de cargo representativo, en todos los niveles; elección de los jueces de todos los tribunales superiores (sobre todo del STF, del TSE, etc.) y para los cargos de delegados de policía: desde la policía federal hasta las policías civiles y sobre todo para los Tribunales de Cuentas en los tres niveles federales. Abolicion de las indicaciones políticas para las superintendencias de todos los tipos de fiscalización, aumento del poder de los auditores independientes; eliminación del 95% de los cargos comisionados, que pasaran a ser ocupados por cuadros técnicos concursados (con la construcción de colegios electorales que mezclen los profesionales involucrados y la participación horizontal (y criterios para la elegibilidad de los candidatos). Eleccion de todos los miembros de las Agencias de regulación, de los miembros del CARF, del CADE, etc.

Finalmente, el partido de los sin partido será aquel capaz de articular dentro de su propia dinámica esta capacidad de invención.

Pero ese, decía Dilma, es el mundo de las fantasías. El mundo real es aquel donde el Presidente y su vice ponen a sus amigos como jueces, niegan la evidencia de las acusaciones, viven en los triplex de sus amigos y viajan por gracia en milagrosos aviones que son de nadie.

 

Traduccion: Santiago de Arcos-Halyburton

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